El tiempo quizá sea algo indefinido, algo intangible, que no podemos ver, pero si podemos sentir. Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos. Aunque realmente es lo único que nos pertenece: incluso aquel que no tiene otra cosa cuenta con ello. Y, sobre todo, hay cuatro cosas que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.
''Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva, pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.''
Y si por un casual de la vida me dieran la oportunidad de retroceder en el tiempo, probablemente no lo haría. No cambiaría todo lo que he aprendido durante el paso del tiempo por nada. No volvería a vivir nada, ni mi primer beso, ni mi primera palabra, ni si quiera mi primer y único gran amor. Por que a fin de cuentas, esto es lo bonito del tiempo. Solo pasa una vez, y hay que aprovecharlo al máximo.
Foto: #Abla Durías
Fdo: #Abla Durías
