24 de agosto de 2011

Quizá lo bueno sea ser uno mismo, o morir en el intento;


Se acabó. Punto y final. Voy a tirar mi careta de niña buena. Voy a coger ese vestido corto apretado de cuero negro del fondo del armario, y esos tacones imposibles que me regalaron hace tiempo. Voy a salir de fiesta, voy a emborracharme, a pasármelo bien. Voy a tomar de todo menos decisiones lógicas y coherentes. Voy a vivir la vida loca, como tendría que haber empezado a vivirla hace tiempo, cometeré las locuras que tendría que haber cometido, y las que todavía me quedan por hacer. Y también voy a anotar este día en el calendario como el día en el que empecé a pasar de lo que los demás dijeran de mí, o también puedo poner que es el día en el que volví a empezar a ser yo misma. Porque voy a equivocarme, y a equivocarme lo máximo posible, que dicen que de los errores se aprende. Prefiero arrepentirme de algo que he hecho mal, a arrepentirme por algo que me quedó sin hacer. Voy a acordarme de la madre del que me diga que no soy como debería ser, y voy a enamorarme del que me diga que soy distinta a todas las demás. Y cuando todo esto pase, cuando me canse de esta mierda, cuando haya decido que ya no me queda nada por hacer, que he hecho todas las locuras posibles y que he acabado de divertirme viviendo la vida al cien por cien, muy sencillo: champagne, anfetas y adiós.

Fdo: #Abla Durías

No hay comentarios:

Publicar un comentario